Varios medios españoles y internacionales nos han ofrecido la noticia esta semana de que la web del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene una noticia en inglés sobre el nombramiento de un tal “pain of field” como miembro del Oficina Internacional de Pesas y Medidas. Este nombre raro es el resultado de la traducción automática del nombre de Dolores del Campo.
Una de las noticias más compartidas sobre el tema es bastante sorprendente: la de Euronews tiene un inglés muy deficiente, probablemente como resultado de una traducción automática.
Otra cosa que me ha sorprendido es que todos los medios de comunicación españoles que han hecho eco de la noticia tan solo hablan de la traducción automática al inglés, cuando resulta que en los tres idiomas cooficiales (catalán, gallego y vasco), también se ha traducido el nombre o el apellido, o ambos.*
(*Cuando escribí este artículo,tan solo se había corregido el nombre de Dolores del Campo en inglés. Ahora, se ha corregido en todas las versiones.)
Puesto que el euskera no se parece a ningún otro idioma que hablo, es más difícil para mi ver lo que ha pasado con la versión en dicho idioma, pero aún así, soy capaz de ver que la versión de la noticia en cuestión es un desastre, con paréntesis que no se cierran y sin la presencia del nombre “Dolores del Campo”. Un usuario de Twitter me ha dicho que su nombre también ha sido traducido al euskera, pero que la traducción significa algo como “Campo de Minas”.
Lo que pasa con las versiones en catalán, gallego y vasco es, según mi parecer, peor que lo que pasa con la versión en inglés. ¿Por qué? Porque, a diferencia de la versión en inglés, las versiones en los idiomas cooficiales no existen para que ciudadanos extranjeros puedan entender la noticia (todos ya entienden el castellano), sino para proteger los derechos lingüísticos de los propios ciudadanos españoles.
Si consultamos el resto de la web en catalán, encontramos errores de traducción en prácticamente todas las noticias. Me imagino que pasa los mismo en gallego y euskera. Entonces, ¿quién va a consultar una versión en lengua cooficial si es de tan pésima calidad? Nadie. Leerán la web en castellano. Entonces, ¿para qué existen las otras versiones?
Creo que existen simplemente para que el ministerio y el gobierno puedan fingir que les interesa una España plural que respeta su pluralidad lingüística. Pero lo único que han hecho es buscar la solución barata, sin preguntar a ningún usuario de dichos idiomas si el resultado es adecuado. Y no lo es.
Hace unos años, yo tenía que presentar un modelo a Hacienda y durante días no lo encontraba en su web. Lo estaba buscando en su web en catalán, puesto que es mi idioma de preferencia entre las lenguas de España. Al final, consulté la versión en castellano y lo encontré. Desde entonces, tan solo he utilizado la versión en castellano de la web de Hacienda porque, desgraciadamente, la versión en catalán me había dado problemas demasiadas veces.
Soy traductor al inglés, así que, económicamente, cuanto más se traduce al inglés mejor (siempre que sea con traductores humanos, claro). Pero los derechos lingüísticos son más importantes que mi bolsillo. La prioridad del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tiene que ser arreglar sus versiones vergonzosas en lenguas cooficiales y aparcar la versión en inglés si no tiene presupuesto para hacerlo bien.
Dada la cercanía de las lenguas catalana y gallega con la castellana, el uso de la traducción automática tiene sentido. Pero las traducciones automáticas siempre, PERO SIEMPRE, se tienen que revisar para evitar disparates como el que hemos visto esta semana.
En el caso de la versión en euskera, aunque no conozco este idioma, me imagino que la traducción automática no será tan útil, así que el ministerio tendrá que contratar un traductor si quieren mantener esta versión.
Es posible que el ministerio no tenga recursos para contratar a correctores para las versiones en catalán y gallego y a un traductor para la versión en euskera. Si es así (aunque me parece grave que el gobierno central no dedique recursos para el uso oficial de los idiomas cooficiales), más vale que borren las versiones en dichos idiomas, porque, como ya he dicho, actualmente tan solo sirven para hacer el ridículo.
Para acabar, vuelvo al tema de los medios de comunicación. ¿Cómo puede ser que los medios de comunicación españoles dan más importancia a los errores en inglés que a los errores en castellano? ¿Cuando habrá una noticia en un periódico español sobre las terribles traducciones a lenguas cooficiales de los webs de los ministerios? Es como si ya se ha asumido que el único idioma de España que tiene importancia es el castellano. Si a la prensa española le interesa más la traducción en inglés que la traducción a las lenguas nacionales, tiene un problema muy serio.
(Tal como comenté más arriba, ahora el nombre “Dolores del Campo” aparece correctamente en los tres idiomas. Sin embargo, las versiones en idioma cooficial de esta noticia y de otras en el mismo portal siguen sin corregirse. En la noticia catalana, por ejemplo, todavía aparece “Centre Español [sic] de Metrologia”, y la versión en euskera todavía tiene sus paréntesis muy raros.)